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 Given by Natsuki Kizu: Reseña personal y análisis

                                                (Contiene spoilers)

            Introducción
            Antes que nada, si les interesa la música tanto el manga como el anime son una muy buena recomendación, en especial el anime, en el cual podemos disfrutar de las canciones compuestas por la talentosa banda “Centimilimental”, que ha logrado capturar la esencia de cada momento y conflicto de la historia.
             “Sin saberlo, toqué una parte muy profunda de él que resonó e hizo explotar algo en su interior”, Uenoyama Ritsuka.  
            Uenoyama Ritsuka, un joven de secundaria que ha perdido la motivación por las cosas que le interesan, se encuentra un día en el pasillo de la escuela al joven Mafuyu Satou, y tras reparar las cuerdas de su guitarra comienza entre ellos una historia que se desarrollará en un complejo vínculo emocional. A su vez, tenemos las historias de los profundos e igualmente tridimensionales personajes secundarios, que llegan a atraparnos por momentos incluso más que la trama principal. Para quienes vimos primero el anime y conocemos la historia, leer luego ciertos detalles en el manga hace que todo sea más intenso y triste. Sin embargo, la historia no es sólo un drama, también está llena de momentos emotivos y esperanzadores, aunque los primeros paneles nos pongan los pelos de punta.
             “Este es el recuerdo de una mañana más, de un invierno como cualquier otro”, dice Mafuyu en la narración. La autora nos presenta la historia como un relato cotidiano más, tan natural y complejo como aquellos que se pasan por alto en la vida real, pues así es su forma de narrar. Pero aun así, aunque sea un invierno como cualquier otro, Yuki no está allí. Como ya sabemos, Yuki era el amigo de la infancia y ex novio de Mafuyu, y tras haberse quitado la vida lo único que Mafuyu conservaba de él además de sus recuerdos, era su guitarra. Mafuyu: “Ahora llevo siempre conmigo lo que tanto amaste” (Siempre lleva consigo la guitarra de Yuki, abrazado a ella).
            Por favor, tengan en cuenta que voy a hablar sobre el contenido del anime y el manga que han salido hasta el momento, pero el manga sigue en emisión y el anime lanzará una nueva película este año.

Mafuyu: Características del personaje
            Mafuyu: “Soy definitivamente peor expresándome que las otras personas. La verdad es que siempre he querido que alguien pudiese realmente comprender cuán difícil y doloroso puede ser…Querer gritar y llorar sin ser capaz de expresarlo. Pero aunque sólo entendieran un poco, sería suficiente”. 
            Mafuyu es uno de los personajes ficticios con los que más me he sentido identificada. Comenzando por su inseguridad al expresarse, en especial porque él también siente que puede hacerlo mejor a través de las letras que escribe para la banda. “Me han dicho que siempre me veo como si no estuviera pensando en nada”/”Incluso si intento ocultarlo, no es como si fuese a desaparecer”. Las metáforas son uno de los elementos mejor utilizados en el manga: “La niebla acumulada en el fondo de mi corazón ha empezado a emitir un aroma desagradable”. Aunque Mafuyu sea una persona introvertida y herida, es más directo y fuerte de carácter de lo que parece. Su mayor problema es que desea expresar todos aquellos sentimientos que ha estado reprimiendo, pero no sabe cómo, así que decide tomarse el tiempo necesario para hacerlo a través de las letras de las canciones de la banda.
            Mafuyu es un personaje que se toma su tiempo en todo lo que hace, y esa es una de las tantas características que me gustan de él. Nunca se apresura a nada a menos que lo haya tomado verdaderamente en consideración, reconociendo sus sentimientos y lo que verdaderamente necesita o desea. Una de sus principales preocupaciones dentro de la banda es si será capaz de transmitir aquello que quiere comunicarle a la audiencia a través de sus letras, y eso es algo en lo que pude encontrarme como escritora. Es común, al menos para mí, sentir ansiedad sobre las historias que creo, preguntándome si estaré haciendo a los lectores sentir aquello que quiero transmitir, o si aunque sea estarán sintiendo algo. Para esto, Mafuyu ha tenido que esforzarse por comprender lo que siente, algo que reiteradas veces reconoce como un desafío del cual intentó huir en el pasado, aunque siempre ha sido muy introspectivo.
            Otro de los tantos aspectos que disfruto de Mafuyu como personaje es cuando se “desorienta” y se pierde dentro de sus pensamientos por unos segundos (space out); simplemente me parece un detalle más realista de lo que parece, en especial en personas introvertidas y/o (en mi caso) neurodivergentes.

Yuki y Mafuyu:
            Aunque se necesitaban y se apoyaban el uno al otro, a partir de cierto momento en sus vidas la relación entre estos dos personajes se torna emocionalmente dependiente. Claro que se amaban pero, en palabras de la misma autora, se habían vuelto “esenciales” el uno para el otro. Esto, por supuesto, teniendo en cuenta que ambos eran niños, y Mafuyu aún lo es pues tiene sólo diecisiete años. Yuki tenía quince cuando se quitó la vida. Retomando la idea anterior, es algo que podemos notar cuando en uno de los flashbacks donde nos muestran un recuerdo de ambos, Yuki le dice a Mafuyu que simplemente no puede vivir sin él. Sin embargo, una vez que conocemos cómo comenzó su historia logramos comprender por qué su relación terminó por volverse de esa manera. Ese es otro detalle que este manga tiene, no hay nada que haya sido hecho al azar, o sin una justificación coherente.
            Descripción de Mafuyu según el manga: Personalidad sumisa, introvertida y reservada. Ahora, el hecho de que Mafuyu tenga una personalidad sumisa también nos dice mucho sobre Yuki, ya que él era descripto como alguien completamente extrovertido y social. Por supuesto que, desde la infancia, Yuki había tomado el papel de un compañero protector para con Mafuyu, pero las personas extrovertidas muchas veces tienden a ser demandantes y no muy conscientes de sí mismas. Lo cual me trae al personaje de Yagi Shizusumi. Seré breve al respecto, pero creo que la existencia de este personaje como el único que tiene quejas respecto a la actitud de Yuki en el pasado, en lugar de ponerlo en un pedestal sólo por lo que sucedió, es una magnífica decisión por parte de la autora. Hasta ese momento, todo el mundo hablaba de cuán perfectos eran Mafuyu y Yuki juntos, o de la brillante, social y cálida persona que era Yuki, pero Shizusumi es el primero en admitir que la personalidad del joven solía molestarle, ya que era siempre el centro de atención. Esto, por supuesto, teniendo en cuenta dos cosas: Primero, que había sentimientos de celos a causa de la admiración que Hiiragi le tenía a Yuki (Shizisumi tenía sentimientos por Hiiragi). Segundo, la personalidad de Shizusumi era exactamente lo opuesto a la de Yuki, así que tiene sentido que aquello le molestase aunque sea un poco.

Akihiko, Ugetsu y Haruki:
            “Amar a alguien se siente como un tipo de violencia que me desgarra en pedazos” “Amar a alguien es como…Crear una versión de ti mismo con las partes más suaves y delicadas”, Akihiko.
            Esta es la primer y más intensa experiencia romántica de Akihiko, por lo cual su visión del “Amor” se vuelve distorsionada luego de ésta. Afortunadamente, esto cambia y evoluciona a lo largo de la historia, a la par que Akihiko crece como persona.
            Una de las cosas que más llaman la atención al principio es cómo Akihiko es uno de los miembros de la banda que más consejos ofrece a los demás, en especial a Uenoyama y Mafuyu que son más jóvenes, mientras que él hace todo lo contrario en su vida privada. Él incluso reconoce lo   bueno en todos los demás, especialmente en Haruki, pero no en él mismo. De esta manera, lo vemos ignorar sus propios consejos y auto sabotearse mientras se lastima a sí mismo y a los demás. Es consciente del poder que tiene sobre otros pero todavía no lo reconoce, lo cual es uno de los motivos por los que termina hiriendo a Haruki.
            Aunque sin mala intención, una vez que Akihiko empieza a planificar algo, aún si fuese por el bien de la banda, él tiende a manipular a todos a su alrededor para que todo salga de acuerdo a su esquema. Haruki es el primero en notarlo, y el más afectado por ello, considerando sus sentimientos por Akihiko. Haruki es un personaje que carece de autoestima y, por lo tanto, sufre
mucho cuando además de sentirse innecesario e insuficiente para la banda se encuentra incapaz de rechazar las peticiones de Akihiko. Pierde el control a su alrededor debido a los sentimientos que tiene por él.     
            Paralelamente, uno de los aspectos de su vida en los cuales Akihiko se ve más vulnerable y fuera de control es en su vida con Ugetsu, el hombre del cual ha estado enamorado por años y con quien comparte apartamento. Sus sentimientos por Ugetsus son tan intensos que la admiración profesional de Akihiko se confunde y se mezcla con sus sentimientos persosnales por él, lo cual disminuye desde un principio su autoestima cuando está con él y hace que deje de practicar el violin por un tiempo, pues se compara constantemente con Ugetsu, quien es un prodigio. Ugetsu, por otro lado, realmente lo ama y se preocupa por Akihiko incluso más de lo que puede poner en palabras, pero también ama la música, y nunca ha sido capaz de expresar sus sentimientos muy bien, como Mafuyu.
            La relación de Akihiko y Ugetsu, aunque sí se amen, comienza desequilibrada desde el primer momento. Akihiko se hace amigo de Ugetsu y muy pronto lo idealiza en su mente, sintiéndose menos que él en especial como músico , y estos sentimientos empeoran cuando se enamora de él, porque busca aún más su        cariño y aprobación. No obstante, éstas son cosas que él ya posee, sólo que no en la manera en la que él desearía tenerlas. Ugetsu lo ama de una manera diferente, una que ni siquiera él mismo puede comprender la mayoría de veces, no como entiende su amor por la música, y eso es algo que ya es difícil para él. Ugetsu es un personaje complejo y conflictuado, pero incluso cuando ama tanto a Akihiko tampoco es responsable de lo que él quiere que sea, de la versión de sí mismo y de su relación que Akihiko ha creado en su cabeza.          Ellos continúan lastimándose el uno al otro constantemente. Por ejemplo, cuando Ugetsu se sobresalta al oír a Mafuyu entrar al departamento porque piensa que Akihiko ha regresado a la casa después de un largo tiempo de estar fuera, es una escena realmente difícil de leer, y muestra las proporciones del daño emocional y psicológico que se estaban causando mutuamente. Ambos deseaban y necesitaban que aquel sufrimiento terminase. Akihiko: “Quiero marcharme e intentar tocar una música diferente”. Una música diferente a la cual había estado “componiendo” en su relación con Ugetsu.
            Personalmente, creo que su semejanza con Mafuyu es lo que hace a Ugetsu abrirse con él pro primera vez cuando habla de sus sentimientos hacia Akihiko y de su relación, la cual sabe que no les ha estado causando nada excepto una pena interminable. Uno de ellos debía dejar ir, pero estaban asustados, demasiado acostumbrados a su dinámica inestable. Ugetsu se encuentra a sí mismo en Mafuyu ya que también tiene dificultad para expresar lo que siente si no es a través de la música. A veces, incluso entenderse a sí mismos es suficientemente complicado. Y ese es el por qué se sincera ante Mafuyu en primer lugar. No es sólo porque no tenga otros amigos, debía ser Mafuyu porque al menos él podría comprender tan sólo un poco, como lo deseaba Mafuyu al escribir las canciones para su público. Y de hecho, Mafuyu lo entiende a la perfección, no le lleva mucho tiempo darse cuenta de que aquella confesión era el desesperado pedido de ayuda de Ugetsu. Ugetsu: “Me pregunto si, básicamente, he estado persiguiendo aquel sentimiento de muerte desde ese entonces…No entiendo absolutamente nada”. Tal y como Mafuyu, afirma no entender nada, ni siquiera a sí mismo o al mundo que lo rodea la mayor parte del tiempo. Su vulnerabilidad y su personalidad conflictuada es una de las cosas que más adoro sobre este personaje, sin duda uno de los más complejos de la historia.
            Respecto a la complicada y dolorosa relación entre Akihiko y Ugetsu, como ya mencioné ambos saben lo mucho que se lastiman y perjudican el uno al otro, pero al mismo tiempo les es increíblemente difícil dejarse ir. No sólo se acostumbraron a aquella dinámica sino también a negarla, aferrándose a los pocos y breves buenos momentos del pasado. A partir de cierto punto, como si fuera una pesada carga en sus corazones, logran dejarse libres. Ambos quieren ser felices, es sólo que jamás sucedería si permanecían juntos. Ugetsu mismo lo dice: “Mientras Akihiko esté conmigo, seré incapaz de volverme libre con mi música. Y para Akihiko, mi existencia fundamentalmente significa sufrimiento”.
            Adicionalmente, revisando mis notas me di cuenta de que no es una coincidencia el hecho de que sea el rostro de Mafuyu el que vemos en aquel panel donde se lee (con la voz de Ugetsu): “La existencia del otro era la única cosa que perseguíamos más que a nada en este mundo”. Aquella cita me recordó a su relación con Yuki. “No puedo vivir sin ti”, dijo Yuki a Mafuyu una vez, y ya he mencionado que su relación se había vuelto emocionalmente dependiente.
            Así pues, la separación entre Ugetsu y Akihiko es el cierre necesario de una historia para pasar al próximo capítulo, para convertirse en algo mejor que los impulsara hacia adelante en lugar de arrastrarlos hacia atrás. Sólo de esa manera podrían lograr alcanzar una mejor y más feliz versión de sí mismos, o al menos una que fuese honesta con quienes realmente eran sin lastimarse el uno al otro. Ugetsu: “Quiero estar con él, pero estoy enamorado de la música”. 
            Tanto Haruki, Akihiko e incluso Ugetsu fueron auto destructivos durante la primera parte de la historia, y Akihiko también había sido extremadamente cruel con Haruki. Haruki permitía esto porque, además de sus sentimientos por él, siempre había sido una persona sumisa con baja autoestima, así que fue difícil para él poner límites y darse cuenta de que merecía un trato diferente, uno respetuoso. Sucede que al principio él no se sentía suficiente, no tenía confianza en sí mismo y por lo tanto tampoco tenía consideración por sus sentimientos o necesidades. Haruki: (…) Esto es irritante. Ya sea sobre la música o sobre cualquier otra cosa, soy el único que siempre está sintiendo tal desesperación. Patético. Resentido. ¿Siquiera soy necesario? Me siento tan miserable…Quiero desaparecer”. La evolución de Haruki como personaje es una de las más conmovedoras y emotivas, ya que lo vemos poco a poco darse cuenta del valor que tiene como persona, algo de lo que el lector puede darse cuenta desde un principio. Haruki es ese tipo de personajes que son entrañables casi sin esfuerzo.   
            Más tarde en la historia, disfruté mucho de ver cómo cuando Haruki y Akihiko viven juntos por un tiempo llegan a comprenderse y a verse el uno al otro como individuos por primera vez, aún después de “conocerse” por tanto tiempo.       

Mafuyu, Uenoyama y su relación:
            El recorrido de Mafuyu y Uenoyama es increíblemente emotivo. Mafuyu quiere expresar sus sentimientos respecto a aquella persona que amó tan profundamente y a la cual perdió, pero ha estado luchando para encontrar las palabras y para dejarlo ir, a la par que acepta sus nuevos sentimientos por Uenoyama. Por otro lado, Uenoyama lucha con las dificultades de enamorarse por primera vez, mientras intenta ser paciente con Mafuyu y comprender lo que está atravesando, para poder estar allí para él. Se encuentra con la tarea de ayudar a esta persona de quien está enamorado a transitar y superar la pérdida de su antigua pareja, quien cometió suicidio. Además, Mafuyu se ha vuelto temeroso e inseguro a causa de todo esto. Uenoyama tiene todos sus sentimientos sobre los hombros, pero también los de Mafuyu y su historia. Ambos están agobiados por sus sentimientos y su situación actual. Como lectores, es importante recordar que sólo tienen diecisiete años.
            A la vez que comienza lentamente a enamorarse y preocuparse por Mafuyu, Uenoyama empieza a verse afectado por sus sentimientos, además de los propios. Además, es la primera vez que se enamora y antes de Mafuyu no sabía que le atraían los hombres, así que también tuvo que aceptar el descubrimiento de su orientación sexual. Hay muchas ocasiones en las que podemos observar cuánto esfuerzo pone Uenoyama para ser un buen apoyo para Mafuyu, aunque ambos sean igual de complejos e imperfectos. Él realmente lo ama y se preocupa por él, tanto así que incluso se emociona y siente orgullo por él debido a la valentía y la fuerza que demostró tras escribir y cantar las letras de la banda, dejando salir todo aquello que había estado reprimiendo por tanto tiempo. Uenoyama realmente aprecia ver a Mafuyu crecer y dejar ir las cosas que lo restringían, pero también tiene dificultad para comprenderlo, especialmente porque muchas veces se ve obligado a hacerlo mediante terceros, como sus amigos de la infancia, ya que Mafuyu no es precisamente comunicativo. No es difícil darse cuenta del gran esfuerzo que invierte en su relación, tanto o incluso más que Mafuyu. Poco a poco, paso a paso, su vínculo se estrecha y se afianza mientras intentan hacerse crecer mutuamente, demostrando cuánto se aprecian el uno al otro.
            Debido a los conflictos internos que mencioné anteriormente, ambos solían reaccionar de manera impulsiva y confusa entre ellos al principio, especialmente Uenoyama que cargaba con los sentimientos reprimidos de ambos. Como lectora, sin embargo, pude ser lo más objetiva posible comprendiendo las dificultades de ambos. Mafuyu no quiere guardarse las cosas dentro de sí mismo, quiere comunicarse lo más pronto posible porque no quiere repetir el pasado, pero aún no sabe cómo hacerlo si no es través de sus letras. Uenoyama, por otro lado, carga con los sentimientos de ambos y su necesidad de comprender y ayudar a Mafuyu.
            Cuando la cuerda de la guitarra de Mafuyu se rompe antes del primer show, Haruki le dice a Uenoyama que él podría arreglarla tal y como lo hizo la primera vez que conoció a Mafuyu. De alguna manera, esta secuencia implica que Uenoyama se ha puesto a sí mismo en esa posición, y de hecho más tarde se nos dice que es así, que Uenoyama quiere “Reparar” el corazón de Mafuyu como si fuese una responsabilidad suya. Pero no es tan simple, ni para él ni para Mafuyu, y tampoco es su responsabilidad. Una vez más, recordemos que sólo tienen diecisiete años y que todo esto ocurriéndoles en tan poco tiempo no es nada fácil de afrontar. Ambos están dando lo mejor por entender lo que les sucede. A pesar de todo, Uenoyama sabe que Mafuyu está haciendo su mejor esfuerzo por cumplir con las expectativas de la banda, así como sus propias expectativas. Cuando éste le pregunta a Mafuyu si puede “Reparar la cuerda” es casi como si estuviera pidiéndole ver sus heridas, para que pueda curarlas si le es posible. Sin embargo, sólo Mafuyu podrá repararse a sí mismo al fin y al cabo. Como vemos, al ser tan profundos y humanos los personajes, por ende también lo son sus relaciones.     
            Uenoyama: “Creo que el corazón es como una cuerda. Es difícil y duro y hay veces en las que no es posible ayudarlo, porque duele como si una cuerda que se tensa a través del pecho, estuviese siendo desgarrada (…)” 
            Como ya sabemos, una de las cosas más difíciles para Mafuyu es comprender y expresar lo que siente, lo cual muchas veces lo lleva a tener reacciones o comentarios que pueden ser dolorosos. Luego de la primer presentación en vivo, el narrador nos presenta una vez más una metáfora: “Una cuerda puede ser tensada hasta que esté a punto de romperse. La primera vez que la escuchas, surge en tus oídos como una ola”.
            Mafuyu no sólo hizo que Uenoyama se enamorase de él, sino que también le hizo redescubrir su amor por la música y su pasión por la misma. También, a causa de su relación, Uenoyama se vuelve más introspectivo y consciente de sí mismo a medida que la historia avanza. 
            El hecho de que, incluso cuando es difícil para él, Mafuyu quiere mejorar la comunicación con Uenoyama a toda costa porque está traumatizado debido a lo que ocurrió con Yuki luego de la última pelea que tuvieron, y que quedó sin resolver, es realmente doloroso de leer. Una vez más, la autora ofrece su mejor trabajo al interpretar y conocer a sus personajes. Por supuesto que esto afecta también a Uenoyama, debido a que él tampoco es precisamente “expresivo”, y de un momento a otro se encuentra ante la necesidad de comprender lo mucho que aquella falta de comunicación podría afectar su relación con Mafuyu. A su favor, Uenoyama al menos intenta reflexionar sobre sus acciones, y siempre está dispuesto a reconocer y disculparse por un error, lo cual es una característica muy importante para un personaje, en especial si lo que se busca es representar una relación sana y fructífera. Algo que personalmente espero que cambie es ese sentimiento de responsabilidad con el que Uenoyama carga, y el que lo lleva a preguntarse “¿Quién está dependiendo de quién aquí?”. El asunto es, que ninguna relación debería basarse en la dependencia.
            Otro detalle que disfruté de Uenoyama como personaje es su capacidad para separar su vida personal de la profesional luego de la primer presentación, al menos en lo que respecta a la calidad de la música que la banda tiene para ofrecer. Durante los ensayos, no importa si le está hablando a Haruki, Akihiko o incluso a Mafuyu, es lo suficientemente comprometido y disciplinado como para no contenerse a la hora de dar una honesta opinión o corrección como músico.

El manga, sus detalles narrativos y curiosidades sobre la autora:
            El romance y las relaciones interpersonales son representados con una sutileza y un realismo conmovedores, tanto con el uso de imágenes como con el de metáforas y frases cargadas de emoción y significado.
            Personalmente, lo único que podría criticar es que no me agrada la decisión creativa de ilustrar adolescentes de quince años con las mismas características o rasgos físicos que un personaje de veintinuno, en especial considerando que los personajes ya pasan por cosas muy difíciles para la edad que tienen. Pero es sólo un pequeño detalle que no es relevante a la trama ni a la precisión con la que está narrada la historia. Además, entiendo que es algo muy común tanto en el manga como en el anime.
            En una entrevista sobre el manga, Natsuki Kizuo (mangaka) aclara que desde un principio su propósito era el de transmitir en breves palabras. Esto explica el uso de pequeñas pero poderosas frases y metáforas que abundan en la narración para comunicar los sentimientos de los personajes en tan sólo un panel, en ocasiones. Tanto Robert Mckee como Neil Gaiman hablan de la economía de las palabras, método que consiste en expresar lo más que se pueda utilizando la menor cantidad de palabras posibles. Gaiman lo explicaba en una de sus clases como si las palabras fuesen preciadas municiones, cada una cuenta.
            Code 27: Las expresiones faciales y planos de los personajes tanto en el manga como en el anime son realmente impactantes. El panel en el que Mafuyu está caminando junto a Uenoyama tomado de su mano mientras avanzan, y al mismo tiempo mira hacia atrás a un Yuki que se aleja, como finalmente dejándolo ir, es en mi opinión el que mejor resume y transmite el recorrido de los personajes hasta ese momento. Mafuyu aferrándose a la guitarra de Yuki durante toda la primer parte del manga es tremendamente significativo. En cada panel que lo vemos haciendo esto, sin ser capaz de expresar lo que siente, sabemos que no necesita decirlo para que como lectores podamos comprenderlo. Podemos ver cómo abraza a la guitarra como si ésta fuera el mismo Yuki, aferrándose a él para no dejarlo ir. No sólo a través de sus metáforas sino también con sus poderosas imágenes, Natsuki Kizuo logra una perfecta “economía de las palabras”, a veces sin tener siquiera la necesidad de utilizarlas.
            La autora misma destaca que la mayoría de BL que ha consumido son demasiado fantasiosos, y que ella quería lograr un equilibrio entre el realismo y la ficción de su historia. Una de sus principales influencias, revela, fue Banana Fish. “Si únicamente fuese pura realidad, sería indigno de ser ficción, por lo que empleen tanto lo posible como lo imposible con el objetivo de crear una mentira convicente”. Sus palabras me recuerdan a las de Neil Gaiman cuando el autor explicaba que una historia es usar verdades para contar una mentira memorable. Y, añadiendo una base de las enseñanzas de Robert Mckee, las personas no sólo acuden a la ficción para escapar de la vida, sino para encontrarla.
            Una de las principales razones por las cuales creo que tanto la historia como los personajes funcionan tan bien es porque la mangaka (autora) también conecta profundamente consigo misma como escritora, y sabe con claridad lo que quiere expresar a través de éstos. Ya desde la “Nota posdata” (Postcript note) podemos percibir su vulnerabilidad y honestidad como autora: “A todo aquello que he tenido y perdido antes, después de pensar en varias cosas, ya me encuentro a mí misma llegando a este punto”. La manera en la que explora y afronta las emociones es conmovedora y cruda, realista y fantasiosa al mismo tiempo, tal y como lo deseaba desde un principio. Su semejanza con la realidad es tanta que le es imposible a uno como lector no empatizar con los personajes y lo que éstos atraviesan. Natsuki Kizuo logra así describir sentimientos y experiencias de manera única e identificable.
            Otro de los principales aspectos de la historia es la empoderada vulnerabilidad que los personajes poseen. La mangaka no sólo tiene un conocimiento profundo de ellos, sino que también les permite ser ellos mismos en la manera más realista posible, con todas sus fortalezas, sus defectos y la vulnerabilidad que los compone, y que permite a su vez que la historia pueda evolucionar y que el lector conecte con ellos. Todos los personajes tienen un gran arco de desarrollo, en especial en cuanto a armarse de valor (a su tiempo y su manera) para enfrentar aquello a lo que temen, para ser mejores personas tanto para sí mismos como para aquellos que los rodean. Sin notarlo, a través de cada momento de sus relaciones éstos acaban por encontrarse con lo mejor de ellos mismos como individuos. Entiendo, sin embargo, lo difícil que es observarlos luchar contra ellos y con sus relaciones como si fuesen desafíos, pero ahí es cuando aparece el realismo dentro de su ficción. Es prácticamente imposible no conectar con una historia que nos brinda escenarios y situaciones tan cercanos, y por eso disfrutamos cuando estos personajes aceptan aquellos “desafíos” para perseguir una determinada meta. Ya sea volverse una mejor persona, ser más valientes por ellos mismos y/o por alguien más, superar una pérdida, etc.
            Una de las decisiones creativas y narrativas que más aprecié fue el hecho de que primero, como lectores, conozcamos a los personajes a través de los ojos de terceros, ya sean sus amigos, compañeros de instituto, de banda, etc, y por lo cual al principio no estamos seguros de quiénes son realmente hasta que los vemos actuar y luchar contra sus dificultades personales en su vida privada. Este detalle incluso puede llegar a hacernos crear expectativas de los personajes sólo para que luego la misma historia las destruya y nos presente a los personajes por quienes realmente son, con sus virtudes y defectos. Pero, más allá de una pasajera e ingenua decepción, esto nos permite empezar de nuevo, entendiendo verdaderamente de dónde vienen y qué hace a cada personaje lo que es como individuo. Luego, podemos finalmente decidir si nos agradan o no, pero es imposible no sentirse identificado con al menos uno de ellos, porque son increíble e irritablemente humanos. 
            La autora es también muy buena equilibrando el ritmo de la historia y las emociones entre una secuencia y la otra. La mayoría de las veces ella les permite tanto a los personajes como al lector procesar lo ocurrido previamente, y el hecho de que la historia tenga múltiples protagonistas e historias secundarias igual de profundas y bien desarrolladas que la trama principal, contribuye en gran medida con ese factor. Cuando una secuencia se construye hasta cierto punto digamos de “clímax emocional”, la historia se traslada a otro punto de vista, a otra sub trama con personajes diferentes. La presencia de los “breathers” es un factor esencial y muy útil a la hora de equilibrar el ritmo de una narración.Otro detalle importante y bien trabajado es que una sub trama siempre debe tener conexión e influencia en la trama principal, o al menos debe contribuir a transmitir o completar la idea de lo que la obra en general desea expresar.
            Por último, me gustaría añadir que otro de los logros de la autora es la forma en la que logra comprender y transmitir el duelo en sí mismo. Mafuyu: "La verdad, he notado, que aunque él no pueda ser visto, aún está allí, siempre”. En mi opinión, ésta frase resume perfectamente cómo se siente y lo que es el duelo tras perder a alguien. No es algo que realmente termine en determinado momento, sino algo con lo que eventualmente aprendemos a vivir. 

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